En la sede del Servicio de Impacto Ambiental, el día 15 de marzo, se celebró una nueva sesión de la Mesa de Trabajo de Colaboración Interadministrativa entre la Dirección General de Calidad Ambiental y la Dirección General de Industria, con la presencia de los jefes de impacto ambiental y del servicio de Minas, Manuel Luis Torres Herrera y Ángel Morales González-Moro (coordinador y secretario de la mesa, respectivamente), y la AFA de Canarias-ANEFA, representada por Francisco del Rosario Fuentes, presidente de la misma, César Luaces Frades, director general de ANEFA, y la delegada de la AFA y asesora jurídica de ANEFA, Consuelo Menéndez (en la foto).
En esta ocasión, la sesión de trabajo se centró en la importancia de impulsar la tramitación de los expedientes de explotaciones mineras, dotándola de una mayor agilidad y claridad en lo que a la presentación y contenido de los documentos se refiere. En tal sentido, la Mesa está trabajando en una guía para elaborar el documento inicial de evaluación de impacto ambiental.
EL SECTOR DE LOS ÁRIDOS DE TENERIFE ALZA SU VOZ EN DEFENSA DE SUS DERECHOS EN EL BARRANCO DE GÜÍMAR
En relación al planeamiento del barranco de Güímar, debatido en el pasado pleno del Cabildo del 25 de marzo, donde se trató la modificación del PIOT en torno a los recursos existentes en el Valle de Güímar, cambiando la clasificación y uso de los suelos afectados, la industria extractiva de los áridos ha lanzado una declaración de principios en defensa de una industria considerada por Europa como un sector que contribuye positivamente a la conservación y desarrollo de la biodiversidad, estando demostrado que el suministro económico y sostenible de áridos está directamente relacionado con el crecimiento económico de un país, de una autonomía o de una zona concreta.
No es ajeno a la realidad actual que el sector de los áridos se ha visto muy afectado por la actual crisis económica y que reanudar el crecimiento europeo del que es el primer sector minero en cuanto a empleo generado, pasa por garantizar un acceso adecuado a los yacimientos mineros, algo que, de un tiempo a esta parte, se está convirtiendo en un verdadero problema debido al aumento de la competencia en el uso del suelo, la carencia de planificación minera, una predisposición negativa respecto a las actividades extractivas, una excesiva burocratización de los procedimientos para la obtención de permisos y licencias, y muy a menudo a restricciones inadecuadas, principalmente ambientales, olvidando que numerosas explotaciones de áridos activas y restauradas han sido declaradas como área Natura 2000, acreditándose así la compatibilidad de la actividad extractiva con la protección del medio ambiente.
La trascendencia de la situación actual y que, al parecer, se avecina, debiera hacer reflexionar a los poderes públicos sobre las importantes consecuencias que pueden derivarse de una decisión poco acertada en al acceso a un material tan cercano y necesario para la vida y el desarrollo del ser humano, cuyo uso versátil (construcción de infraestructuras, edificación, industria farmacéutica, vidrio, alimentación, agricultura, tratamiento de aguas, de residuos, producción de energía eléctrica, etc.), lo convierten en un sector estratégico de la economía canaria y, en suma, española.