EL CONSUMO DE ÁRIDOS CAE CERCA DEL 60% EN TRES AÑOSSegún las estimaciones de consumo de áridos para la construcción, en 2010, éste ha descendido nuevamente, para el conjunto del territorio nacional, con un reparto territorial desigual, lo que sitúa al sector en niveles de consumo similares a los registrados en 1992 y 1988: 207,6 millones de toneladas (-14,6%) de áridos para la construcción.

*       Esto representa una caída del -57,2% desde el máximo previo a la crisis (2006), momento en el que la producción era de 485 Mt.

Además, se ha producido un nuevo retroceso en el consumo de áridos para aplicaciones industriales, tales como cementos, vidrios, cargas, filtros, industria química, siderurgia y metalurgia, etc., hasta los 41 millones de toneladas (-7%).

Por lo tanto, el consumo total de áridos, en el año 2010, ha sido de unos 249 millones de toneladas (-13,4%).

*       1.350 millones de euros de volumen de negocio del sector de áridos para la construcción, excluido el transporte. La caída acumulada en términos constantes, desde 2007 hasta 2010 es del -68%.

Esta situación ha supuesto la destrucción de 6.000 puestos de trabajo directos y 20.000 puestos de trabajo indirectos, desde el inicio de la crisis.

Además de la brusca disminución de la demanda experimentada en este trienio 2008-2010, el sector de los áridos y, por extensión, los de la mayoría de productos de construcción, siguen atravesando por una situación de estrangulamiento del capital circulante que está afectando a muchas de sus empresas, por estar sometidas al doble esfuerzo de fabricar y enviar los productos sin ningún tipo de cobertura de riesgo y, simultáneamente, tener que soportar la tensión de tesorería que supone cobrar, en muchos casos, a más de 200 días, con la posibilidad real de que el cobro no se llegue a producir.

La caída del consumo de áridos para la construcción, en 2010, muestra una evolución territorial muy desigual, situándose en los extremos de mayor retroceso Andalucía (-19%) y Canarias (-25%).

 

CONSUMO APARENTE DE ÁRIDOS PARA LA CONSTRUCCIÓN POR COMUNIDADES AUTÓNOMAS(MILLONES DE TONELADAS)2010
  2009 2010 VARIACIÓN 10/09% CONSUMO TONELADAS POR HABITANTE
ANDALUCÍA 41,6 33,6 -19,23% 4,1
ARAGÓN 9,5 8,4 -11,58% 6,3
ASTURIAS 7,1 6,8 -4,23% 6,3
BALEARES 4,1 3,6 -12,20% 3,4
CANARIAS 7,4 5,5 -25,68% 2,6
CANTABRIA 5,5 5,1 -7,27% 8,8
CASTILLA Y LEÓN 23,8 20 -15,97% 7,8
CASTILLA – LA MANCHA 16,7 14,2 -14,97% 7,0
CATALUÑA 38,8 32,1 -17,27% 4,4
C. VALENCIANA 24,6 21 -14,63% 4,2
EXTREMADURA 8,5 8 -5,88% 7,3
GALICIA 15,1 13,7 -9,00% 4,9
MADRID 17,5 14,0 -20,00% 2,2
MURCIA 6,8 6,2 -8,82% 4,3
NAVARRA 6,5 6,1 -6,15% 9,8
PAÍS VASCO 7,1 6,9 -2,82% 3,2
LA RIOJA 2,5 2,4 -4,00% 7,5
TOTAL 243,1 207,6 -14,59% 4,5

Cantabria, Asturias, Extremadura y Navarra son las Comunidades Autónomas con menor incidencia desde el inicio de la crisis, si bien han experimentado retrocesos superiores al -30%. En el otro extremo se sitúan Madrid y Canarias, con un retroceso superior al -70%, la Comunidad Valenciana y Murcia. En la gráfica, el diferente trazado de las líneas continuas roja y verde muestra que la crisis se inició de forma más prematura en algunas comunidades.

Desde 2006, cuando el consumo de áridos por habitante en España era uno de los más importantes de Europa, con cerca de 12 toneladas/habitante/año, esta cifra ha sufrido una reducción considerable, hasta 4,5, situándose netamente por debajo de la media europea, de cerca de 6,0. Actualmente, España ocupa el quinto lugar de Europa en producción total de áridos.
El número de explotaciones activas es de 1.743, según las informaciones recabadas de los Servicios de Minas de las Comunidades Autónomas.
El tamaño medio de las explotaciones es muy variable, con un máximo en Madrid, de 463.000 toneladas por explotación y unos mínimos en La Rioja (60.000) y Castilla – La Mancha (67.000), ambas en la mitad de la media nacional, que asciende a 120.000 toneladas por explotación y muy por debajo de las 254.000 de media en los países europeos homólogos a España.
PERSPECTIVAS PARA 2011

Las previsiones de Euroconstruct para 2011 y 2012, en cuanto a las infraestructuras, señalan que "2011 será el cuarto año consecutivo de contracción del sector (-13,6%). La tendencia negativa perderá intensidad hacia 2012 (-2,3%) y 2013 (+1,3%) en tanto que podría estar próximo el punto de equilibrio en el que el sector construcción alcance unos niveles de producción proporcionados a la situación objetiva del país. Los efectos de los planes de austeridad se han trasladado con gran rapidez al mercado de ingeniería civil en donde se aplican todo tipo de mecanismos para contener el gasto: se ralentizan los proyectos en marcha, se seleccionan estrictamente los proyectos nuevos y se descartan nuevos proyectos de envergadura".

Según Seopan, la evolución prevista por tipo de obra para 2011, respecto a 2010, será de -4%/-7% en edificación residencial, 0/-3% en edificación no residencial, 0/-3% en rehabilitación y mantenimiento, lo que supondrá para el conjunto de la edificación -2/-5%. Asimismo, la obra civil retrocederá más acusadamente, el -19%/-22%. En total, se prevé una caída del sector de la construcción de -8%/-10%.
En cuanto a la licitación pública, en 2011 se prevé un descenso significativo motivado por el retardo del Plan de consolidación fiscal y por las elecciones en las Comunidades Autónomas.
De acuerdo con la evolución de todos los indicadores económicos de ámbito nacional y sectorial, las previsiones para 2011 son, asimismo, negativas, con un nuevo retroceso del consumo de áridos para la construcción de cerca del -10%, respecto a 2010, es decir, en el entorno de los 190 millones de toneladas, llegando a niveles similares a los de 1985.

Con esta caída, se alcanzará, en 2011, una disminución del consumo del -61% desde el máximo sectorial de 2006.

Dado que no se espera una rápida recuperación, es muy probable que no se recuperen los niveles productivos de diciembre de 2009 hasta el año 2014 y, una vez estabilizada la situación en los años posteriores, el consumo de áridos para la construcción se situará en los valores de 1995-1996, en una horquilla de 220 a 250 millones de toneladas.